VISIONES DE MARGARITA DE NAVARRA (2012) fotos/video/prensa

2012. "VISIONES DE MARGARITA DE NAVARRA"
de Ángeles Carmona
Compañía: LA MALA COMPAÑÍA
Reparto: Mercedes García Carrasco y Teresa Ruiz Velasco
Género: drama histórico
Estreno: Teatro Viñagrande, Alcorcón (Madrid), marzo 2012

MGM Thumb
MGM Thumb

 

  Toda la información sobre este proyecto en:  
                                          visionesdemargaritadenavarra.blogspot.com



MGM Thumb
MGM Thumb
MGM Thumb
MGM Thumb
MGM Thumb
MGM Thumb

Fotografías: Javier del Real


Trailer del espectáculo, junio 2012.
You need to a flashplayer enabled browser to view this YouTube video
                             


PRENSA

Entrevista.
You need to a flashplayer enabled browser to view this YouTube video
                                                 Elena Tebar, AGENDA OCULTA, TELE K, junio 2011

 

 

Margarita de navarra volvió a visionar Toledo.
"El Espacio Teatral "Escena Círculo" abrió nueva temporada con
Visiones de Margarita de Navarra, teatro barroco, sonoro y de transformación corporal.
(...)La pieza fue una especie de conversación y plática, descubrimiento de Toledo, de su piedra y su cielo, de su sombra y su luz; quizá por ser Teatro del Siglo de Oro escrito en el siglo XXI. Todo para hacer justicia a un personaje femenino atípico que además de princesa renacentista, fue escritora de teatro y poesía. En definitiva, una luchadora de su tiempo."

                                                                                                LA TRIBUNA DE TOLEDO, 30/11/2012


MGM Thumb
MGM Thumb

                                                               Revista EL ESPECTÁCULO TEATRAL, nº 79, diciembre 2012

 
"(...)Nos encontramos ante un texto tan bello como espinoso, un encaje de bolillos que su director Antonio de la Fuente Arjona ha hilado con un tacto que no acertamos a describir con palabras. Las de Ángeles Carmona nos sobrepasan y las emociones que generan rompen la cuarta pared gracias al espectacular trabajo interpretativo de las dos actrices que dan vida al texto: Mercedes García Carrasco y Teresa Ruiz Velasco. Con una original puesta en escena y una  impecable dirección, “Visiones de Margarita de Navarra” se nos antoja un espectáculo difícilmente clasificable. Una mezcla de historia, magia y exuberancia nos dejan prendidos a la butaca, visionarios de una desgarradora irrealidad. Un texto complicado, desorbitante y onírico que necesita un público capaz y valiente, ávido de emociones intensas y gusto por la intimidad del teatro de barrio. (...)"
                                                                        Susana R. Sousa, TODOS AL TEATRO, 10/3/2014

 
Combates dialécticos en escena.
"(...) allí me he encontrado un trozo de teatro donde la palabra se ha hecho carne gracias a las actrices que interpretan Visiones de Margarita de Navarra de Ángeles Carmona; de LA MALA COMPAÑÍA…Es un ritual de puro teatro, donde se viaja a través de las imágenes escritas, palabras que crean formas en el espacio. Un lenguaje hermoso y contundente…Y me pregunto… ¿Por qué la ciudad y sus dirigentes dan la espalda a estos lugares?…Seguramente les da miedo sentir, mirar de frente, ver la realidad. Acudan a ver este trabajo, no les defraudará."

                                                       Adolfo Simón, revista QUE REVIENTEN LOS ARTISTAS, Marzo, 2014

"(...) lenguaje en movimiento, imágenes impactantes y palabras que circulan, fluyen, e impactan sobre el espectador que sucumbe ante el desparrame verbal, lo contundente de la palabra y la potencia del diálogo...
(...) incluso antes de que Margarita de Navara comience su primera visión, el espectador ya queda arapado por el vestuario y todos los elementos, instrumentos, polvo, movimiento, todo estudiado al milímetro, un trabajo concienzudo y de alto impacto visual estudiado hasta el último detalle..."
                                                                            Estrella Savirón, A GOLPE DE EFECTO, Marzo, 2014



Entrevista en la Revista digital TODOS AL TEATRO, Susana Souza, Abril 2012
(...)-Con un texto tan complicado como “Visiones de Margarita de Navarra”, tan difícil de interpretar y supongo que también de dirigir. ¿Por dónde se empieza? ¿Por qué elegiste este texto y no otro? ¿Qué te atrajo de él?
Un texto como éste no se elige, llegó por casualidad, conozco desde hace muchos años a su autora, Ángeles Carmona, y podría decirse que concluyó el libreto en mi casa, donde residió una temporada. “Visiones” llegó a mis manos de manera inesperada y tras varias lecturas y conversaciones con su autora se fue imponiendo poderosamente. Quizá tuvo mucha culpa mi atracción hipnótica por la palabra y el lenguaje que siempre ha marcado parte de mi creación literaria (con títulos tan evidentes como “Palabra de Caín", “El ladrón de palabras” o “El diálogo de la agonía”). Pero también me sedujo su dificultad. Salvo la autora y yo, nadie del equipo entendía las posibilidades teatrales de ese texto y ni siquiera las actrices confiaban en su personal potencial artístico para enfrentarse a un texto y dramaturgia de tal envergadura y nivel de exigencia.
¿Que por dónde se empieza con un texto de tan desconcertante naturaleza? Pues jugando y experimentando, no hay otra. Durante un mes, la autora y yo investigamos sobre su viabilidad dramática, porque fue Ángeles Carmona quien primero puso carne a su propio texto, y después de esbozado un camino presentamos una propuesta de montaje al ya tristemente desaparecido Festival Escena Contemporánea. Y ahí es cuando entra en el proyecto Mercedes García Carrasco y poco después Teresa Ruíz Velasco. Y así dio comienzo el fascinante proceso de dirección y ensayos, buscando e inventando ejercicios y juegos para guiar, estimular y acompañar a las actrices en su áspero recorrido del texto crudo a la emoción sincera. Teresa y Mercedes han corrido, saltado, boxeado, gritado, cantado… sudor y agujetas hasta que el verbo se hizo entraña. Pero es que hay que añadir que todo el equipo (incluyendo a Jose Luis Cid -compositor de la música- y Juan Manuel García Álvarez -encargado del vesturio y la utilería-) se involucró en esta locura de igual manera, al cien por cien, y a pesar de sus dudas nunca cuestionaron mis decisiones, ayudándome a visualizar luminoso y nítido el resultado, esa puesta en escena a la que por fin hoy nos acercamos, tras tres años (entre ensayos y funciones) de intenso trabajo.
(...)-El teatro es emoción, pero también es técnica. ¿Crees que el equilibrio perfecto entre ambas asegura el éxito de una obra o define la calidad de un actor?
Por supuesto el equilibrio de ambas define la calidad de un actor/actriz y permite llevar a buen puerto un espectáculo. Pero una vez ante el público prefiero mostrar emoción antes que técnica, como un mago que hipnotiza al espectador escondiendo el truco.
La técnica se consigue a base de estudio y experiencia, pero es que incluso la emoción puede ganarse con perseverancia y esfuerzo. Este espectáculo es un ejemplo. Ni Mercedes ni Teresa se habían enfrentado nunca a un texto parecido a “Visiones”, no tenían referencias ni apoyos, casi nada de lo que habían hecho anteriormente les serviría para asumir estos nuevos personajes. Y aún así lo consiguieron, poco a poco se entregaron, dejando de lado dudas y miedos, todavía sorprendiéndose al descubrir (ensayo a ensayo, representación a representación) que ya en ellas latían esas dos mujeres, llenas de matices inéditos, en el modo de sentir, de moverse, de expresarse, incluso en los tonos novedosos de su voz. Es maravilloso cuando un actor o actriz se apropia (o se permite poseer) por fin de su personaje con entusiasmo y confianza y lucidez. (...)


(...)una pieza teatral rotunda con el sello de talento y esfuerzo de La Mala Compañía.
(...)Es fantástico cuando antes incluso de empezar la función, el espectador ya está en otro mundo. Incienso, en picado un contraluz, perlas bordadas sobre una blanca y muy solemne indumentaria de mujer aristócrata, renacentista, su violonchelo y esa música lánguida que transita de lo tétrico a la melancolía. Acción. Arranca el arco soplando una nube de polvo, y ya estamos, ya somos testigos y vouyeures de un algo sagrado, donde la historia que se cuenta es sólo una coartada para realizar un viaje de los sentidos a través de juegos escénicos mínimos pero muy precisos, eficaces y, sobre todo, obsesivamente, el uso desaforado de la palabra.(...)

                                                              Susana Sánchez, Revista GODOT/GODOFF, mayo 2014