Fotos: Alejandro Marcos / Emilio Gómez / Cartel: Salva Bolta
 

PRENSA

“La Balsa de Medusa es asfixiante. (...) Asfixiante por lo que cuenta, por el espacio que la contiene, por la opresiva y extraordinaria actuación de actores y actrices en esa transformación de la absurda pose social a la decadencia absoluta. (…)
Los seis interpretes se compenetran y consiguen una puesta en escena coral, haciéndose cargo cada uno de su personaje con unas herramientas actorales de hilo fino y elegancia escénica, manejando la emoción y el espacio como verdaderos virtuosos. Midiendo distancia y tiempo de evolución para crear una melodía escénica dura, extraña, absurda a veces y siempre muy interesante. (…)
Una melodía que parte de la exageración, necesaria para la parodia llena de realidad de las falsas apariencias, y que va afinando notas en la debilidad de cada personaje: la responsabilidad cobarde del capitán de barco o anfitrión cirujano (Marcial Álvarez), el cantico y el lamento del que quiere formar parte de la sociedad privilegiada (Josh Sánchez), la frialdad soberbia de las formas (Natalie Pinot), la risa cínica y la dependencia del que parece estar de vuelta de todo (Antonio Escribano), el laconismo de la tranquilidad de aceptar las circunstancias porque la desgracia iguala a pobre y ricos (Antonio de la Fuente) la necesidad de afecto en la locura romántica de la más pura adolescencia en cuerpo de mujer (Sara Illán). (…)
Esas notas están virtuosamente tocadas en cada gesto, movimiento o intención desde el principio al fin de la función. Es interesante observar de uno en uno la concentración intensa de los personajes a escasos centímetros de la piel del espectador y darte cuenta de esos detalles que convierten en un gusto escénico un simple juego de papiroflexia o como tomarse una pastilla...”

                                                                            Coral Igualador, revista TARÁNTULA, 5/3/2015

(...) "sobresaliente los actores y actrices implicados al límite, en un ejercicio vivencial intenso interpretativamente."
                                                                    Adolfo Simón, Querevientenlosartistas, marzo 2015

(...) "De repente, la balsa da un salto mortal y su panza queda mirando al cielo, negro y tormentoso, firmamento de diluvio social. L’élégance et la distinction abandonan las piezas de Baccarat y la mugre empieza a trepar por las piernas hasta alcanzar cuellos y circuitos cerebrales..."
                                                                    Daniel Dimeco, blog CAFÉ COPENHAGUE, marzo 2015

(...)"Ya no podré poner imagen a un mayodormo que no sea la del impecable Antonio de la Fuente. Es EL MAYORDOMO, figura intermitente pero clave en esta balsa, pues su papel es el de la clase más desfavorecida, la que sin tener nada que perder, se deja llevar también por las circunstancias contemplando con cierta socarronería como se degradan los ilustres invitados. (...)
Estas soberbias actuaciones, que de verdad hacen que parezca que llevemos días con ellos encerrados, cuyos tránsitos, desfiguraciones, y transformaciones tanto físicas como conductuales realizan en una perfecta gradación, es también posible gracias a la dirección de Manu Báñez, que no olvida en ningún momento que no hay cuarta pared, que mueve al espectador a la escena que exactamente quiere, aunque se estén cruzando otros momentos en segundo plano, casi como escenas cinematográficas..."
                                       Paloma Fernández, programa de radio EFECTO ESCENA, marzo 2015


(…) “una obra recomendable, sobre todo para aquellos que buscan emociones fuertes encima de las tablas, debido a la atmósfera malsana y agobiante que nos ofrece.
(…) alabo el derroche físico y emocional de los actores, que como mínimo nos permiten definir su trabajo –siendo políticamente correctos como de una 'gran generosidad'...”
                                                                                  Alejandro Daza, Suburbana Madrid, 16/3/2015

(…) “La balsa de Medusa posee una fuerza extraordinaria, conseguida por un reparto entregado hasta la extenuación en su locura y desespero.
(…) Una función (no apta para aquéllos que sufran de ansiedad, ojo) que acaba siendo un auténtico viaje en esta balsa teatral. Pero no sobre aguas tranquilas, sino a través de un angustioso océano de desesperación...”
                                                                                   Miguel Gabaldón, NOTODO.COM, 18/3/2015

“La balsa de Medusa ofrece al espectador la posibilidad de sumergirse en lo más oscuro de la condición humana (…) coloca al espectador en la incómoda mirada de aquél que ve la balsa pintada por Géricault, frente a un mar embravecido, a punto de hundirse. El espectador podría tender la mano a esos náufragos escénicos que nos presenta el autor, pero, sin embargo, permanece silencioso, en su silla, cautivado por el canibalismo social...”
                                                                          Muflón Silvestre, FRONTERAD.COM, 22/3/2015 


"...Y entonces, respiramos, porque hemos contenido el aliento durante una hora y media, hemos guardado un silencio sepulcral para que no nos afectara en demasía, hemos participado del horror y, al mismo tiempo, nos hemos recreado en esta perfecta y medida puesta en escena que ha hecho que gocemos con el sabor del buen teatro."
                                                                       Alberto Morate, BLOGdeENTRADAS.COM, 7/9/2015


"...si el teatro es necesario, propuestas como ésta, lo son aún más..."
                                                                                                          MUCHAMIERDA.ES , 11/9/2015

"...con un personaje, el del mayordomo, que bien puede ser el propio ángel exterminador. Inicialmente tumbado en el suelo con los brazos en cruz, muerto o somnoliento, es capaz de entrar y salir del espacio maldito, deambula con tranquilidad su sentido común mientras sus señores y sus amiguetes le van cambiando el nombre para ahondar en su falta de entidad social. Antonio de la Fuente establece un gesto paciente y una capacidad irritante para sortear las dificultades con una presencia de su figura escuálida absolutamente provocadora..."
'                                                                        Angel Esteban Monje, ELPULSO.ES, 12/9/2015


"Un montaje excelente, henchido de surrealismo y crítica social.
(...) un minucioso, casi morboso, análisis de la moral y la represión burguesas, de su obsesión por la religión, el erotismo, la muerte y las miserias humanas. El experimento profundiza en la observación despiadada, y casi microscópica, de la personalidad de los tres hombres y tres mujeres allí encerrados, que no son más que una pequeña muestra representativa de toda una clase social, que está viviendo la descomposición, el deterioro más absoluto e imparable de su propia condición, la humana..."
                                                                  José Miguel-Vila, DIARIOCRÍTICO.COM, 15/9/2015


Entrevista en la revista digital  QUE REVIENTEN LOS ARTISTAS, Adolfo Simón, Diciembre 2015


LA BALSA DE MEDUSA según el arquitecto y diseñador Mariano Martín